Los cambios en nuestras sociedades son gigantescos y a la vez sumamente vertiginosos. Existen numerosas crónicas que dan cuenta de las transformaciones, pero son pocas las reflexiones de contenido sobre las denominadas globalización y post modernidad.
Las que existen, en su mayoría se dividen entre las visiones proféticas ortodoxamente optimistas del proceso y aquellas que por el contrario lo describen con una visión propiamente apocalíptica frente a la cual solo cabe el rechazo total.
Análisis que se efectúen con un prisma mesurado y a partir de principios sólidos, son mucho más escasos y si a ese método se agregan propuestas de futuro con aterrizaje a sociedades o países determinados, ya nos colocamos en una búsqueda casi imposible.
Por ello leer este nuevo libro de Óscar Álvarez , constituye un agrado para el espíritu, un solaz para el intelecto y un conjunto de desafíos para todos aquellos que se resisten a quedarse en la vereda de la historia y que entienden como un deber aportar e influir en los procesos a partir de principios y valores permanentes.
Ya sabemos que la historia no se detuvo; también sabemos que el progreso es un proceso lleno de oportunidades, desafíos y peligros. Los que como el autor nos situamos en la perspectiva humanista, reconociendo por tanto en la persona humana y en su realización el centro de nuestras preocupaciones y compromisos, encontraremos en la lectura de este texto poderosas luces respecto al análisis y al quehacer.
Un quehacer que busca influir mediante el raciocinio objetivo y fundado, porque cree en la búsqueda de la perfección como una tarea humana indispensable. El autor a mi juicio, asume lo que se ha dado en llamar “la norma personalista de la acción”; esto es el compromiso conceptual y valórico, entendido no sólo como una premisa abstracta a nivel de la filosofía, sino como una obra que requiere profundizarse en la propuesta y en la acción. Invitamos a la lectura de este libro y a profundizar en sus valiosas e interesantes ideas y formulaciones.
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